miércoles, 23 de enero de 2008

El «sentido moral» de Wharton, según Ramón Jiménez

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El crítico de La Opinión de Murcia, Ramón Jiménez, nos acaba de enviar una excelente reseña de Santuario publicada recientemente en este diario.

«Impedimenta aporta y apuesta por todo aquello que ronda lo desconocido, (...) que era necesario para completar la imagen global de una (...) gran escritora (...), que se ocupa fundamentalmente de personajes femeninos dotados de gran carácter, con sutileza de espíritu digna de encomio, con sensibilidades tan delicadas que escapan de lo gregario que llevamos dentro el común de los mortales», dice Jiménez.

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Y agrega más adelante: «Edith Wharton, y no lo descubrimos ahora, procede de vena aristocrática —sus cuadros son siempre personajes de alta sociedad, de gran capacidad intelectual, dotados de un gran poder de discernimiento— y, a través de sus muy elaborados y altos parlamentos, descubren una facultad especial para atrapar momentos cruciales. Generalmente paraliza la acción, detiene el conflicto, especula con el conflicto en los enunciados narrativos y descubre pasillos secretos por donde se filtra la conciencia. No le interesan mucho los tiempos calientes de la acción ni tampoco los aspectos secundarios. Ella siempre va directo al problema central, al que supedita todo lo demás de la novela. Y cabe destacar finalmente la gran traducción que la novelista Pilar Adón ha efectuado de esta obra».

Más detalles sobre Edith Wharton, Santuario y su estilo literario:

http://www.bnrd.gov.do/tc/veintealeeu.pdf




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