lunes, 25 de febrero de 2008

Editores independientes en GQ, por Max Ron

.
.
El número 10 de GQ incluye un excelente reportaje sobre la edición independiente. El director editorial de Impedimenta, Enrique Redel, opina junto a María Moreno (Veintisieteletras), Miguel Lázaro (Cabaret Voltaire) y Elisenda Julibert (Marbot Ediciones). Un jugoso artículo que vale la pena repasar.


«El oficio de editar joyas...por libre»

¿Por qué alguien está dispuesto a jugarse su tiempo, su dinero y su trabajo en editar obras de gran calidad literaria pero que en el mejor de los casos van a ser, digamos, minoritarias?

En 2005 hubo más de 900 editoriales españolas que o bien cerraron o bien no mostraron actividad alguna. Sin embargo, dos años después asistimos al nacimiento de buen número de editoriales independientes. ¿Cómo lo interpretamos? Habla María Moreno, de Veintisieteletras (www.ventisieteletras.com): «El concepto `pequeña editorial independiente´ no es redudante, ya que, por ejemplo, Anagrama es independiente pero en absoluto pequeña. Nosotros sí, somos pequeños e independientes». ¿Y de qué es independiente una editorial independiente? «Nosotros lo somos de todo, en cuanto que nadie nos impone la línea editorial ni los títulos a publicar. Pero no lo somos de los lectores, de los que dependemos, y a los que queremos hacer llegar literatura de calidad», aclara Miguel Lázaro, de Cabaret Voltaire (www.cabaretvoltaire.com).

Tom Waits dice que graba las canciones que le gustaría escuchar pero que no encuentra en las tiendas. ¿Habrá algo de eso? Enrique Redel, director de Impedimenta (www.impedimenta.com), está y no está de acuerdo: «Es verdad que te tiene que gustar mucho la literatura para meterte en esto, pero también es un negocio, una manera de ganarte la vida no muy lucrativa y a la que sólo le ves algún beneficio a mediano plazo, pero no puedes renunciar a ganar dinero, porque entonces cerrarías el primer año».

Elisenda Julibert, de Marbot Ediciones (www.marbotediciones.com), se pone en su propio lugar: «Es evidente que si no fuera por la figura del editor, autores y lectores difícilmente se encontrarían, pero eso no debe hacernos pensar que el editor es también una especie de artista, como por efecto de contagio. Dejemos el ego para los autores. Desde hace unos años conviven en el sector dos negocios distintos: el de los grandes grupos y el de las pequeñas editoriales. Los primeros han inventado una nueva forma de negocio sin precedentes en nuestro país: la venta masiva de libros, las tiradas de cientos de miles de ejemplares, la venta de libros en supermercados, los libros elaborados a partir de estudios de mercado... Los segundos nos dedicamos al negocio tradicional, mucho más artesanal. Y tenemos unas expectativas de venta discretas, que posiblemente se parecen mucho a las de los editores o los impresores europeos de mucho tiempo atrás: cuando uno lee las tiradas que Nietzshe hacía de sus libros (creo que alguna que otra vez pagando de su bolsillo) o lo que vendía Henri Bergson (que era un autor muy popular en su época) se da cuenta de que por ese lado la cosa no ha cambiado tanto».

Ajustar las tiradas a unos 1.500 ejemplares, adquirir un equipamiento mínimo, diseñar uno mismo los libros o contratar a alguien, reinvertir casi todo en el siguiente título, afrontar las devoluciones de la librería, tener o no tener stock (y pagar o no almacén), apostar por un autor, hacer colecciones coherentes... son las decisiones que toman los editores independientes para competir entre sí y con los grandes grupos editoriales, que inundan las librerías de un mainstream que ellos mismos crean.


La trama y los personajes

Devenga en comedia o en drama, esta trama tiene cinco personajes principales:

El autor. Es el producto, la apuesta de editor. Muchas editoriales incluyen una colección de clásicos porque conllevan derechos de autor, y en eso ayuda a compensar el balance final.

El editor. Un loco que se la juega. Suele tener experiencia previa, pero no siempre es así.

El distribuidor. Vital. De él depende que un libro se vea en el escaparate, que tenga presencia. Si estás pensando en montar una editorial, es el primer contacto que debes hacer, pues suele ser el que más sabe.

El librero. Si se le conquista con el proyecto, se tiene mucho ganado.

El lector. O sea, tú. Las editoriales quieren saber tu opinión, y por eso todas tienen blog.
.

El atrezo
.
Todos los entrevistados coinciden en que lo principal es tener muchas, muchas ganas y mucha, mucha paciencia. Y lo cierto es que se necesita poco más. Un ordenador, un escáner y una conexión a Internet bastan. Si uno quiere diseñar los libros, un programa como Adobe Indesign es suficiente. Como en todo negocio, hace falta cierto conocimiento del sector y tener claro qué quieres hacer. Entre registrar un nombre y dar de alta la empresa (una sociedad limitada) se te pueden ir unos 2.000 euros, y has de tener una previsión de fondos en tu sociedad de otros 3.000.


IMPEDIMENTA, MADRID.
EUROPA
Enrique Redel tiene muy claro qué producto ofrecer: gran narrativa occidental, que él elige con un criterio experto. Y presenta unas ediciones preciosas, cuidadísimas. No se sabe cómo es capaz de incluir las introducciones, ilustraciones y sobrecubiertas que lucen sus libros, pero el hecho es que a la calidad literaria une una enorme calidad de edición. Además de clásicos como Stendhal o Flaubert, Redel apuesta por «fabricar clásicos modernos incontestables».
.
CABARET VOLTAIRE, BARCELONA.

LAS VANGUARDIAS
Miguel Lázaro y José Miguel Pomares han fundado «el sueño dadaísta de recuperar obras de uno de los períodos creativos más interesantes de la literatura francesa: el fin de siglo». Y lo han hecho sin experiencia previa, ofreciendo obras tan cuidadas como ¡La libertad o el amor! o Thomas el impostor, de Desnos y Cocteau, hombres de un espíritu libre y poético que Cabaret Voltaire quiere recuperar.
.
VEINTISIETELETRAS, MADRID.
LEER ORIGINALES
María y Viviana tienen tres colecciones: las eras imaginarias (narrativa), in/ mediaciones (pensamiento, historia, crítica, crónicas...) y ajuar de frontera (poesía), con especial atención a las obras escritas en español. Tienen un don especial para encontrar autores de enorme calidad que no habían sido publicados aún en España, como Carlos Cortés (Cruz de olvido es un rabioso retrato de Costa Rica) y Andrés Rivera (El profundo sur, descripción coral de la convulsa Argentina de 1919, es de lo mejor que hemos leído en tiempo).
.
MARBOT EDICIONES, BARCELONA.
ESENCIALES
Ramón Vilá y Elisenda Julibert abrieron Marbot con la «voluntad de intervenir en la cultura y hacer lo posible para que sea más plural. La deriva del negocio editorial ha hecho que dejen de publicarse cosas que son muy valiosas. Hay lectores que las disfrutaban y nadie parece querer ocuparse de ellos; para eso estamos nosotros, para ocuparnos de esos lectores (y que ellos se ocupen de nosotros, claro)». Déjate seducir por Brendan Behan como él cayó seducido por Nueva York.
.

No hay comentarios: