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El DÍA DE VALLADOLID también se acercó a compartir la presentación en la librería Margen, el pasado 12 de diciembre. Nos complace compartir con ustedes parte de esta espléndido artículo.
Editar a la manera clásica
Tres pequeños sellos explican en Margen su filosofía compartidade la edición como una carrera de fondo basada en la «calidad».
Recuperar obras fundamentales de autores europeos y americanos de los últimos dos siglos, en ediciones muy cuidadas, dirigidas a un «lector literario» y con vocación de «perdurar» tanto en las librerías, más allá de las mesas de novedades, como en las estanterías de sus dueños. Ésta es la filosofía compartida por los directores de tres pequeñas editoriales, Impedimenta (Madrid), Libros del Asteroide (Barcelona) y Editorial Periférica (Cáceres), quienes ayer compartieron puntos de vista y experiencias en la librería Margen.
Crear «una marca de calidad» cimentada en un plan editorial «a largo plazo», de unos cinco años, y un catálogo en el que todos y cada uno de los libros «son importantes» constituye el objetivo de estas tres editoriales, que conceden al diseño, al libro entendido como objeto de disfrute estético, una importancia capital.
Crear «una marca de calidad» cimentada en un plan editorial «a largo plazo», de unos cinco años, y un catálogo en el que todos y cada uno de los libros «son importantes» constituye el objetivo de estas tres editoriales, que conceden al diseño, al libro entendido como objeto de disfrute estético, una importancia capital.
La más joven, Impedimenta -que toma su nombre de la mochila que usaban los legionarios romanos-, nació hace cuatro meses con la ambición de «recuperar y redescubrir» títulos clave de la «literatura occidental», escritos por «autores clásicos y clásicos modernos europeos», como Stendhal, Flaubert o Edith Wharton, y del «periodo de entreguerras», según explicó su director editorial, Enrique Redel.
El catálogo de Libros del Asteroide, que comenzó su andadura hace dos años y medio, se nutre de obras «de la segunda mitad del siglo XX» que son «fundamentales en sus países de origen» y que hasta ahora «no estaban disponibles para el lector español», caso de la trilogía de Deptford -El quinto en discordia, Mantícora y El mundo de los prodigios-, de Robertson Davies, o Vinieron como golondrinas, de William Maxwell. «Libros entretenidos, conmovedores y que enseñen a ver el mundo», así resumió su director editorial, Luis Miguel Solano, las claves del sello.
Desde hace 18 meses, Ediciones Periféricas ha apostado por autores «de finales de la Revolución Francesa y la Revolución Industrial hasta la literatura de vanguardia» y por «contemporáneos de Latinoamérica y Europa» que hayan «renovado la narrativa», señaló su director, Julián Rodríguez, para quien toda editorial «necesita un tiempo de consolidación».
Esa consolidación tiene mucho que ver, según Solano, con una «coherencia» en la selección de los libros que componen los catálogos y con la «manera de presentarlos». «El lector agradece un libro que nos sea de usar y tirar», añadió Redel, convencido de que en el mundo editorial «hay un personaje olvidado: el lector literario», cuya sed «hay que satisfacer».
Al contrario que las editoriales que «sacan 100 libros al año y no se dirigen a nadie en concreto», declaró Solano, los tres sellos aspiran a fidelizar a un público determinado y a publicar «libros que dejen huella», como puntualizó Julián Rodríguez, quien puso como ejemplo «la época en la que la gente reconocía a una editorial por sus libros».
El catálogo de Libros del Asteroide, que comenzó su andadura hace dos años y medio, se nutre de obras «de la segunda mitad del siglo XX» que son «fundamentales en sus países de origen» y que hasta ahora «no estaban disponibles para el lector español», caso de la trilogía de Deptford -El quinto en discordia, Mantícora y El mundo de los prodigios-, de Robertson Davies, o Vinieron como golondrinas, de William Maxwell. «Libros entretenidos, conmovedores y que enseñen a ver el mundo», así resumió su director editorial, Luis Miguel Solano, las claves del sello.
Desde hace 18 meses, Ediciones Periféricas ha apostado por autores «de finales de la Revolución Francesa y la Revolución Industrial hasta la literatura de vanguardia» y por «contemporáneos de Latinoamérica y Europa» que hayan «renovado la narrativa», señaló su director, Julián Rodríguez, para quien toda editorial «necesita un tiempo de consolidación».
Esa consolidación tiene mucho que ver, según Solano, con una «coherencia» en la selección de los libros que componen los catálogos y con la «manera de presentarlos». «El lector agradece un libro que nos sea de usar y tirar», añadió Redel, convencido de que en el mundo editorial «hay un personaje olvidado: el lector literario», cuya sed «hay que satisfacer».
Al contrario que las editoriales que «sacan 100 libros al año y no se dirigen a nadie en concreto», declaró Solano, los tres sellos aspiran a fidelizar a un público determinado y a publicar «libros que dejen huella», como puntualizó Julián Rodríguez, quien puso como ejemplo «la época en la que la gente reconocía a una editorial por sus libros».
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